Epistolario personal de Santa Ángela de la Cruz 03
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EFECTOS DEL AMOR DE DIOS
1. Primero, fervor para
todo lo espiritual.− 2. Segundo, conocimiento propio.− 3. Tercero, celo por la
salvación de las almas.− 4. Otros efectos del amor de Dios.
Alabado
sea Nuestro Señor Jesucristo
3
julio 1911
1. Aprovecho este papel para ponerles lo que a todas les estoy
escribiendo como preparación para el día 2, aniversario de la fundación del
Instituto; y es que siempre les estoy hablando del amor propio, y ésta quiero
sea del amor de Dios y de los efectos que causa en el alma. Cuando se tiene,
aunque no sea mucho pero alguno, y se trabaja para tener más, los efectos son
maravillosos.
El alma se enfervoriza y cumple con sus deberes sin que le cueste
trabajo; se abraza gustosa con la contradicción y abnegación, creyendo que es
nada de particular para el hambre que siente de tener que ofrecerle al que
tanto ama y desea agradarle. Para la que ama no hay cruces, todo es felicidad y
alegría porque no conoce las contras, para ella todo son ventajas y bienestar;
y esto le pasa hasta en los momentos de más sufrimientos.
2. Segundo efecto es, que está tan penetrada de su nada, que goza
en que la desprecien y la rebajen. Y nunca se da por ofendida por nada de lo
que le digan, porque le parece tienen mucha razón para decírselo; pues es fruto
del amor a Dios el conocimiento propio, y conociéndose es muy corriente que
vean todavía más imperfecciones de las que advierten.
3. Tercer efecto es el celo por la salvación de las almas,
poniendo todos los medios para ganarlas para Dios: pensando, inventando y
discurriendo cuanto esté de su parte para hacerle la virtud amable, y
abrazándose con lo penoso con tal que ellos no tengan que mortificarse. Y todo
esto hecho con mucha pureza de intención, no buscándose a sí mismas sino la mayor
gloria de Dios.
4. No he hecho más que indicar algunos de los efectos que produce
en el alma el amor de Dios, que si descendiera a todos sería interminable; como
si dijera la exactitud en los actos de piedad y los transportes de amor que
siente el alma tocada de este resorte, y el fervor sólido de que están llenas y
lo comunican a las demás. Pero Sus Caridades estudiarlo en la presencia de
Dios, para que lo que yo no he tocado lo puedan comprender y poner en práctica,
para que se convierta nuestra vida en un festín continuado.
Quería haber escrito una carta muy bien escrita, he mudado la
pluma, y viendo que está en mi mano y no en la pluma lo he dejado como nuestro
Señor ha querido que salga; lo que deseo es que se aprovechen.
Y mucho las quiere y bendice en los Sagrados Corazones, vuestra
pobre Madre
Sor
Ángela