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27 sept 2023

Revista Hermanas de la Cruz Nº 37


Ya se encuentra online la Revista de la Hermanas de la Cruz, número 37, que cubre los meses de septiembre a diciembre de 2023. ¡Feliz lectura!

Revista Hermanas de la Cruz número 37



20 jul 2023

Capilla de Santa Ángela cerrada del 24 al 28 de julio 2023

Las Hermanas de la Cruz informan que la Capilla de Santa Ángela permanecerá cerrada los días
24, 25, 26, 27 y 28 de julio.
Ruegan a todos los fieles que lo comuniquen a familiares y amigos para evitar desplazamientos innecesarios al convento, y lamentan los posibles inconvenientes causados.

2 may 2023

6 may 2022

19 oct 2021

Revista Hermanas de la Cruz número 31


Ya se encuentra online la Revista de la Hermanas de la Cruz, número 31, que cubre los meses de septiembre a diciembre de 2021. ¡Feliz lectura!

Revista Hermanas de la Cruz número 31



19 may 2021

Revista Hermanas de la Cruz número 30


Ya se encuentra online la Revista de la Hermanas de la Cruz, número 30, que cubre los meses de mayo a agosto de 2021. ¡Feliz lectura!

EDITORIAL

Estimados lectores:
 
En primer lugar, quisiéramos daros a todos un afectuoso saludo y una calurosa bienvenida a la publicación de un nuevo número de nuestra Revista, en el que hemos puesto nuestra mayor ilusión, ya que estamos inmersos en unas circunstancias muy especiales. Vaya por delante nuestro mayor apoyo y cariño a todos aquellos que hayan perdido algún ser querido en los últimos tiempos.
 
Por primera vez desde el inicio de nuestra publicación hace varias décadas, hemos faltado a nuestras puntuales citas debido a la pandemia del Covid-19. Al principio, con motivo del confinamiento de los meses de marzo, abril y mayo, no pudimos editar el número de Mayo 2020. Posteriormente, la prudencia nos exigía mantener las precauciones necesarias, y ello evitó que viera la luz el siguiente, en Septiembre 2020. Finalmente, la edición de Enero 2021, en pleno auge de la llamada tercera ola de la pandemia, tampoco fue considerado oportuno ponerla en circulación. Es en este momento, una vez transcurrido más de un año desde el inicio del acontecimiento que ha cambiado nuestras vidas, cuando queremos volver a encontrarnos con nuestros lectores y simpatizantes. 

La Revista HERMANAS DE LA CRUZ es para nuestra Comunidad un vínculo con todos vosotros, una expresión del aprecio y la consideración que os tenemos, por lo que deseamos llegue cuanto antes a vuestras manos y volvamos a sentirnos todos un poco más unidos.
 
Estamos viviendo tiempos difíciles. Nuestras vidas nunca se habían visto amenazadas de esta forma, y nuestros hábitos se han visto alterados de manera notable. Todo es confusión, el futuro es muy incierto y no sabemos muy bien qué será de nuestros proyectos de vida. A todos nos ha afectado negativamente, en mayor o menor medida, esta situación. La alerta sanitaria ha afectado directamente a la economía, y muchas personas están sufriendo una situación de gran precariedad: pérdida del trabajo, reducción notable de los ingresos, imposibilidad de acceder a un puesto de trabajo, etc.
 
Sin embargo, es en estas situaciones cuando la Fe cristiana ha de tomar protagonismo. Si la caridad es siempre necesaria, ahora lo es aún más. Si el cariño y el aliento a nuestros semejantes debe estar presente, ahora es más necesario; un gesto de amor, una palabra de comprensión, un rato de charla con quien está sufriendo…. Todos podemos ayudar personalmente desde nuestras modestas posibilidades, y también debemos unirnos formando una comunidad. La comunidad de creyentes es en los momentos duros cuando ha de significarse como grupo, porque ser un grupo implica que nadie se encuentre solo, que ningún miembro se sienta abandonado.
 
Todos hemos sido testigo de personas que se han organizado para ayudar a los demás, unas veces por iniciativa de las Administraciones, y otras veces desde diferentes instituciones, entre las que destaca la Iglesia. Desde el inicio de la pandemia, la Iglesia ha intensificado su presencia en la sociedad, porque, en definitiva, hay muchas personas que están sufriendo mucho y necesitan ayuda. Por eso, debemos mostrarnos todos unidos mientras dure esta emergencia sanitaria y económica, porque esa unión nos hará más resistentes y nos ayudará a superar esta situación.
 
La experiencia del pasado nos dice que por muy difíciles que sean los tiempos siempre existe un futuro. Nuestra Fe nos debe hacer contemplar ese futuro con optimismo, porque sabemos que Dios se encuentra a nuestro lado. Si ahora hacemos las cosas bien, si ayudamos a quien lo necesita, si asignamos bien los recursos de los que disponemos; en definitiva, si obramos con sensatez y justicia, el día en que todo esto termine seremos personas más completas en todos los sentidos. Desde aquí os alentamos a tener esperanza y confianza en el futuro; con la ayuda de Dios nuestro mundo será mejor en todos los sentidos.


Revista Hermanas de la Cruz número 30



2 mar 2020

Homilía del Rvdo. D. Salvador Aguilera López el 2 de marzo en Roma

El Rvdo. D. Salvador Aguilera López, Oficial de la Congregación para el Culto Divino y Postulador del Siervo de Dios José Torres Padilla, nos envía copia de la homilía que pronunciará esta tarde del 2 de marzo de 2020 a las 18:30 en la casa de las Hermanas De la Cruz en Roma.

Feliz "dies natalis" de santa Ángela de la Cruz.





Homilía en el «dies natalis»
de santa Ángela de la Cruz

2 de marzo de 2020

Comunidad de la Compañía de la Cruz de Roma


El día 2 de marzo, en el Martirologio Romano encontramos el siguiente elogio: «En Sevilla, en España, santa Ángela de la Cruz Guerrero González, virgen, fundadora del Instituto de las Hermanas de la Cruz, que no se reservó derecho ninguno para sí, sino que lo dejó todo para los pobres, a quienes acostumbraba llamar sus “señores”, sirviéndolos de verdad (1932)».

Bien sabemos queridas Hermanas de esta bendita Compañía y queridos hermanos todos, que hoy conmemoramos el dies natalis de santa Ángela, es decir, el día en el que cerró los ojos a este mundo para abrirlos a la eternidad y ver cara a cara el rostro del Señor Misericordioso al que había servido en nuestros hermanos más pobres. Sin embrago, dada la coincidencia de este día con el tiempo cuaresmal, su celebración litúrgica es el 5 de noviembre, día en el que fue beatificada en Sevilla por el papa san Juan Pablo II (1982).

En este lunes de la semana I de Cuaresma, hemos escuchado las palabras que el Señor pide a Moisés les comunique al pueblo de Israel: «Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo» (Lev 19, 2). Si a imagen de nuestro Padre celestial nos convertimos viviendo en «santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros días» (Lc 1, 75), escucharemos un día, de labios de nuestro Señor Jesucristo, las palabras que han sido proclamadas en el Evangelio: «Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo» (Mt 25, 34).

En Santa Ángela de la Cruz tenemos el testimonio de que este modo de vida contracorriente según el espíritu del mundo, es posible. Conmemorar su diez natalis nos llena de gozo; recordar su vida y solicitar su intercesión es el inicio para tomarnos en serio el mandato del Señor de ser santos. Por eso ahora, brevemente, vamos a acercarnos, sirviéndonos del elogio del Martirologio que acabamos de escuchar, a la vida y la espiritualidad de nuestra querida Santa.

«Santa Ángela de la Cruz». Su nombre define su vida ya que quiere ser ángel. Al igual que un ángel consoló a Jesús mientras oraba en el huerto antes de su pasión, ella quiere consolar al que se encuentra en el “Getsemaní” del sufrimiento, de la soledad o del abandono. Quiere ser un “ángel crucificado”, es decir, un ángel cuyo bastón y brújula en el camino de la vida no sean otros que la cruz en la que estuvo clavada la salvación del mundo, a la cual Sor Ángela estuvo siempre abrazada y crucificada, uniéndose así al sacrificio de Cristo, y bajando de ésta sólo para compartir y repartir el consuelo del Hijo de Dios entre sus hijos más necesitados.

«Fundadora del Instituto de la Compañía de la Cruz». La experiencia del desierto de la Cruz, a la que llegó impulsada por el Espíritu de Dios (cf. Mt 4, 1), la llevó a compartir este preciado tesoro fundando un Instituto en el que, al igual que ella, sus hijas, renunciando al mundo, se crucificaran con Cristo, viviendo en “pobreza, desprendimiento y santa humildad”. Un Instituto en el que, despojadas del hombre viejo y de su anterior modo de vida y revestidas en justicia y santidad verdaderas (cf. Ef 4, 22-24), tuvieran como única y suprema compañía la Santa Cruz.

«No se reservó derecho ninguno para sí...». Vivió, en expresión suya, “expropiada para utilidad pública”, por eso, daba y se daba totalmente, ya que había encontrado las fuentes de la salvación en el Monte Calvario. Quería vivir imitando a ese Cristo Crucificado, casto, pobre y obediente, con la vigilancia del corazón y la moderación de los afectos, haciéndose pobre con los pobres y obedeciendo con pronta ejecución y alegría. Todo ello alimentado por una intensa vida de oración y un total abandono en la Divina Providencia.

«... sino que lo dejó todo para los pobres, a quienes acostumbraba llamar sus señores, sirviéndolos de verdad». Santa Ángela lo dejó todo para sus señores, los pobres, porque había recibido “todo” en Cristo Jesús. Quería saciar el hambre y la sed de sus hermanos desfavorecidos dándoles no sólo el pan y la bebida materiales sino el Cuerpo entregado y la Sangre derramada de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, inmolado en el ara de la Cruz. Su mirada, tras la experiencia en el Calvario, se transfiguró de tal modo que “cristificaba” todo y a todos, transformando cada momento y cada encuentro en una oportunidad para llevar a cabo el mandato del Maestro: «En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis» (Mt 25, 40).

Hoy nos unimos a vosotras, queridas Hermanas de la Cruz, en vuestra acción de gracias y, también a la de toda la Iglesia, por el don recibido en santa Ángela de la Cruz. Ojalá muchas jóvenes quieran seguir los pasos de vuestra Santa Madre y de santa María de la Purísima para saciar el hambre y la sed de Jesucristo en los pobres. Contad con nuestra oración y afecto fraternal y enseñadnos con vuestra predicación silenciosa que la ciencia que verdaderamente importa no es la del mundo sino la de la Cruz.

Ruega por nosotros, Santa Ángela de la Cruz, para que, imitando tu vida y tus virtudes y ayudados por tu intercesión, seamos santos como el Señor, nuestro Dios, es santo (cf. Lev 19, 2)


Rvdo. D. Salvador Aguilera López
Oficial de la Congregación para el Culto Divino y
Postulador del Siervo de Dios José Torres Padilla


Revista Hermanas de la Cruz número 29


Ya se encuentra online la Revista de la Hermanas de la Cruz, número 29, que cubre los meses de enero a abril de 2020. ¡Feliz lectura!