Siguiendo las huellas de la revista «Forbes», que le había 
considerado la cuarta persona más influyente del planeta, el semanario «Time» ha elegido al Papa Francisco  Persona del Año 2013,
 dejando atrás a otros finalistas variopintos como el presidente Barack 
Obama, el ex analista de la CIA Edward Snowden o la cantante Miley 
Cyrus.
Los motivos, según la revista, son muchos, empezando porque
 «muy pocas veces un nuevo jugador en la escena mundial ha capturado 
tanta atención tan rápidamente». En solo nueve meses,
 Francisco «se ha situado en el mismísimo centro de los debates más 
importantes de nuestro tiempo: la riqueza y la pobreza, el juego limpio y
 la justicia, la transparencia, la modernidad, la globalización, el 
papel de la mujer, la naturaleza del matrimonio o las tentaciones del 
poder».
Para el histórico semanario norteamericano, Francisco se mueve con soltura en las nuevas tecnologías de
 comunicación viral, por lo que «cuando besa la cara de un hombre 
desfigurado o lava los pies de una mujer musulmana, la imagen resuena 
mucho más allá de las fronteras de la Iglesia católica».
«El Papa ha cambiado la letra y la música»
Según la editora gerente de la revista, Nancy Gibbs, «en menos de un año, Francisco ha conseguido algo extraordinario: no sólo ha cambiado la letra sino que también ha cambiado la música». El Papa ha tenido el valor de clamar contra «la idolatría del dinero», y ha decidido «no vivir en un palacio rodeado de cortesanos sino en un hotel sobrio, rodeado de sacerdotes».
La revista ha detectado características menos conocidas como que Francisco «reza todo el tiempo, incluso cuando espera al dentista».
 El Papa ha sabido aprovechar el interés de los medios de comunicación 
«para llamar la atención sobre cualquier cosa, desde la oración por la 
paz en Siria hasta sus ataques en la economía especuladora». Hasta tal 
punto que el líder de color norteamericano Jesse Jackson «le ha 
comparado con Martin Luther King». 
En cuanto a su modo de gobernar, «ha reconocido el peligro 
de que una Iglesia obsesionada por sus propios derechos y por tener 
razón pueda causar más heridas de las que cura».
Al mismo tiempo, la revista hace notar que el Papa «no es un liberal. Dice que reservar el sacerdocio a los varones
 no está abierto a debate, como tampoco lo está el aborto o la 
definición de matrimonio». Aun así, «su atención a los pobres y el hecho
 de que el 50 por ciento más pobre de la población mundial sume solo el 1
 por ciento de la riqueza pone nerviosos a quienes defienden el 
capitalismo como el mayor programa contra la pobreza de la historia».
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, comentó que la elección del Papa como Persona del Año «no es sorprendente».
 Al mismo tiempo, considera «un signo positivo que una de las cabeceras 
más destacadas en la prensa mundial haya escogido una persona que 
proclama valores espirituales, religiosos y morales
 en el mundo». En todo caso, «si ese nombramiento significa que muchos 
entienden su mensaje, al menos implícitamente, le alegrará».
«Time» había elegido Persona del Año a Juan Pablo II en 1994 y a Juan XXIII en 1962. Fueron Papas innovadores, que cambiaron profundamente la Iglesia y el mundo. 
FUENTE: ABC
FUENTE: ABC
